Al tirar la primera vez, la ruleta se detuvo en el color correspondiente a los años 2000. "¡Bienvenidos a los 2000!" exclamó Ismael emocionado.
Los amigos se miraron sorprendidos y confundidos. ¿Estaban realmente en los años 2000? Al salir de la habitación todo parecía igual que hace cinco minutos. Los amigos burlonamente afirmaron que el juego era una pérdida de tiempo y que alguien le estaba tendiendo una trampa.
Pero Ismael, aún emocionado por la experiencia y sintiendo que había algo más detrás de todo esto, les explicó que el juego no estaba funcionando porque ellos no creían que fuera posible.
Sus amigos continuaron riéndose y se marcharon, dejando a Ismael solo con el juego en sus manos.
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Decidido a seguir explorando, Ismael cerró los ojos y tiró de la ruleta una vez más. Esta vez, el color que apareció fue el gris.